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Necrológicas

Tres enfados

Otras localidades, 27 de enero de 2024

Atención, pregunta: ¿qué tienen en común el Gobierno, Arcelor y la FSA? Respuesta: Monchu García. El jueves estaba llamado a ser un día estupendo, con Asturias en el foco informativo para el Gobierno regional: la visita del Rey a Mantequerías Arias y a ALSA y la viceconsejera de Turismo anunciando en Fitur las negociaciones para abrir nuevas rutas aéreas internacionales. Y, de repente, llegó él, Monchu, diciendo de forma clara, sin pelos en la lengua, que oigan, si la familia Mittal no quiere desarrollar sus proyectos anunciados para Asturias, que lo haga el Estado. Es decir, la nacionalización de Arcelor. O lo que es lo mismo, que vuelva Ensidesa.

A esta mirilla le han susurrado -porque sí, además de ver escuchamos- que nada más tener conocimiento de estas declaraciones el presidente de este nuestro Principado poco menos que allorió. Me dicen que los móviles echaban fumo, de tanta llamada y mensajes de whatsapp enviados también a Monchu por parte de otros miembros y 'miembras' del Gobierno, el autonómico y el central, tirando de las orejas al secretario general del PSOE gijonés y diputado regional, por sus «imprudentes» declaraciones. Porque, y aquí viene el segundo enfado, estas palabras se producen en medio de las negociaciones con la empresa para desbloquear sus proyectos para Asturias. En Arcelor estaban que trinaban, más que la sirena del cambio de turno.

Y el tercer enfadado, el partido. En el PSOE no han sentado bien las declaraciones del dirigente gijonés. Primero, porque la relación de la FSA con la agrupación local no es tan cordial como se pretende hacer ver. Las primarias de hace un año mantienen abiertas heridas, quizás por eso el peso del PSOE gijonés en el Ejecutivo regional y otras instituciones ha menguado. Otro día hablaremos de los órganos de gobierno de El Musel. Pero, sobre todo, y lo más seguro que sin quererlo, Monchu García ha puesto sobre la mesa con sus polémicas declaraciones la inexistencia de una estrategia industrial en la FSA. Y claro, mostrarlo, aunque fuera por casualidad, es imperdonable.